A pesar de que conseguir casa en Londres en agosto puede ser misión imposible, la perseverancia tiene premio. 3 meses me costó conseguir 1 “sí”. Por supuesto que no nos lo pensamos, cerramos el intercambio, reservamos los vuelos y una semana después pusimos rumbo a los 10 días más especiales de nuestra vida. Nuestros hijos habían estado en Londres con el instituto y estaban emocionados por hacernos de guías y llevarnos a conocer esos sitios tan míticos que hemos visto en tantas películas y series. Me llevaron a visitar incluso la “Casa Bridgerton”.
También fue especial la forma en que conseguimos el sí de la anfitriona. Contacté con ella, cuando ya casi había desistido del viaje, porque me saltó un aviso en mi búsqueda de que una persona había modificado su calendario y la casa estaba disponible. Al escribirle, nuestra anfitriona valoró positivamente que hubiéramos repetido en una casa de Toledo en dos años consecutivos. Nos dijo que el que alguien nos haya aceptado dos veces unido a nuestras buenas valoraciones le daban confianza.
Así que, los astros se alinearon y pudimos disfrutar unas maravillosas vacaciones en familia gracias a HE. Y como bonus extra, además hemos conocido a una fantástica persona con la que hemos descubierto que tenemos mucho en común y a la que estaremos encantados de recibir en la nuestra y, por supuesto, volver a visitar.
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