Somos una pareja cerca de la sesentena. Ya van 11 años de viajar solo y exclusivamente por intercambio: nos hace muy felices conocer sitios nuevos, departir con la gente del lugar y entablar nuevas amistades. Lo mismo nos da viajar a una remota y pequeña aldea aquí en España, que cruzar el charco y conocer culturals diferents a la nuestra. Son intercambios igual de auténticos y enriquecedores.
Por nuestra situación laboral, mi marido y yo podemos permitirnos viajar en temporada baja y programar vuelos con más de una año de antelación, por lo que realizamos viajes “low cost” con frecuencia por el país y fuera de nuestras fronteras. Este año el intercambio ha sido el más emocionante hasta el momento. Nuestro primer intercambio en África.
Intercambio de película, sí de película Memorias de África: intercambio en Kenya, en un lugar encantador, en una casa de ensueño y con una anfitriona encantadora. Ha sido una ilusión hecha realidad.
Con un bajo presupuesto buscábamos conocer la cultura de Kenya y hacer algún safari y éste intercambio nos lo ha permitido.
A la hora de tomar la decisión de hacer el intercambio teníamos múltiples dudas y nos planteábamos bastantes inconvenientes : que si las 15 horas de vuelo, que si la casa no está verificada, que si las vacunas , que si el virus del mono, que si el norte está en estado de alarma por enfrentamientos armades con Somalia, que si las carreteras del norte son intransitables, que si la conducción es por la izquierda … Finalmente y a pesar de las reticencias de la familia nos decidimos . Nos vacunamos, contratamos un seguro de viajes, contactamos con una agencia local de alquiler de coches con chófer, aprendimos algo de swuajili, nos informamos bien sobre el estado de las zonas a visitar y planificamos una ruta desde Nairobi hasta el Parque Nacional de Samburu en el norte.
Todo salió rodado y las vivencias fueron maravillosas. Nuestra encantadora anfitriona nos guió en todo momento desde la distancia, nuestro chófer nos hizo de conductor, guía de safaris, intérprete y nuestra relación con él se convirtió en una amistad. La casa de intercambio, sin parangón, refleja un estilo colonial y tiene unas vistas espectaculares de la meseta de Laikipia. Está situada en un lugar maravilloso, en Hiriga, en las faldas del Monte Kenya a unos 3000 m. de altitud y el vecindario es muy animoso y amigable.
Estuvimos 10 días , en los que hicimos 3 safaris, en Aberdare National Park, Olpejeta Conservacy y Shaba National Reserva (Samburu). También visitamos las localidades de Karatina, Nanyuki, un poblado Samburu, e hicimos senderismo en Aberdare Cottages y en los alrededores de Hiriga. Evitamos Masai Mara National Reserve por la congestión de tráfico y la subida de precios de la entrada al parque respecto al año anterior (de 80$ a 200$).
Los tres safaris los hicimos con nuestro chófer y coche de alquiler y nos gustaron muchísimo pero el de Samburu fue especial. Allí todo es especial. El paisaje es impresionante, una sabana de acacias salpicada de ríos. Allí viven 4 de los 5 grandes (león, leopardo, elefante, búfalo) y los 5 especiales del Samburu (oryx beisa, gerenuk, avestruz somalí, cebra grevy y jirafa reticulada), hay mezcla de tribus (turkana, rendille, borna, samburu y somalí) y la zona está militaritzada por la proximidad con la frontera de Somalia.
En el Samburu no encontramos a nadie en todo el recorrido del safari y pudimos avistar los 5 especiales. Para resumir nuestras sensaciones podemos decir que en este safari nos sentimos dentro de un documental de National Geographic.
En definitiva, como ya he mencionado antes, ha sido un intercambio de película porque la casa, su anfitriona, nuestro chófer , el cuidador de la casa, el país, su fauna , sus paisajes y sus gentes nos lo han hecho sentir así.