Este verano hicimos un intercambio de tres semanas en Rouen, capital de Normandía. Estuvimos en la casa de Nicolas y de Isabelle todo fue muy bien. Habíamos realizado el viaje en automóvil realizando una ruta. A la vuelta teníamos acordada una estancia de dos noches en Clermont-Ferrand, esta vez a cambio de Guest Points. Dos días antes de la partida, nos llama la mujer de la casa donde debíamos ir que se acababa de morir su marido y lo enterraba el día siguiente. La mujer nos ofreció una segunda residencia a unos 40 km. Pensamos que la pobre señora ya estaba bastante agobiada por lo que declinamos su ofrecimiento. Como no teníamos alternativa, buscamos un alojamiento a través de AirBnb.
Aún así, decidimos probar la opción SOS de Homeexchange. Nos atendió Gustavo. Después de pedirnos algunos datos, mandó un mensaje a homeexchangers de Clermont-Ferrand explicando nuestro caso. Este mismo día recibimos doce respuestas, de las cuales cinco fueron positivas! No salíamos de nuestro asombro, con lo que cuesta acordar un intercambio!
Por razones de facilidad de aparcamiento y transporte público, escogimos la oferta de Peggy. Peggy había hecho 60 km expresamente para limpiarnos la casa. Venía de su casa familiar ya que había enterrado a su padre dos días antes pero se solidarizó con nuestra historia. Por cierto unos huéspedes de AirBnb se la habían dejado patas arriba.
Le ayudamos a terminar la limpieza.
Creemos que el premio se lo merecen en general los homeexchangers de Clermont-Ferrand por su respuesta solidaria, pero elegimos a Peggy, por su enorme empatía y su disponibilidad a ayudar.
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