Una de las frases que más escuchan los usuarios de HomeExchange cuando hablan con amigos y familia sobre intercambio de casas es sin duda “¿pero no tenéis miedo de que rompan cosas/inviten a desconocidos/husmeen en vuestras cosas?” Es cierto que, en un mundo donde todo está monetizado y donde las noticias nos enseñan a desconfiar de los “desconocidos”, el intercambio de casas puede parecer una forma arriesgada de viajar. Y sin embargo…
Personas desconocidas que nunca lo son del todo.
Lo importante es entender que estos “desconocidos” no son realmente extraños cuando hablamos de intercambio de casas. De hecho, antes de recibir a estas personas o antes de ir a su casa, ya os habréis conocido un poco a través de la plataforma. Incluso es posible que hayáis hablado por teléfono o videollamada - ya sea para conoceros mejor o para acordar los detalles del intercambio.
Tú decides a quién invitas a tu casa.
No nos cansamos de repetirlo: en HomeExchange no tienes que aceptar todas las propuestas de intercambio que te lleguen. Para que un intercambio funcione, necesitas sentir que puedes confiar en la otra persona. Por eso es importante que, cuando contactes con otro miembro para proponer un intercambio, personalices tu mensaje y te presentes en pocas palabras. No olvides que le estás pidiendo a alguien que no te conoce (todavía) que te preste su casa o apartamento - ¡y gratis! Este proceso no tiene nada que ver con los alquileres turísticos. El factor humano es el corazón de los intercambios de casa.
También son personas que reciben “desconocidos” en sus casas.
La otra razón por la que no deberíamos tener miedo de los “desconocidos” que vienen a quedarse con nosotros es que las personas que te piden venir están exactamente en la misma situación que tú: ellos también reciben a otros miembros. Así que es natural que los usuarios de HomeExchange cuiden al máximo tu casa y se comporten de manera respetuosa (no solo con tus cosas, sino también con tu privacidad). Al fin y al cabo, no harías en casa ajena lo que no querrías que hicieran en la tuya, ¿verdad?
HomeExchange es un verdadero círculo virtuoso.
Así es como HomeExchange funciona desde hace más de treinta años: abres tu casa a personas que has elegido y con las que te sientes seguro, para que tú mismo puedas alojarte con otros miembros con el mismo espíritu.
Así es como los “novatos” que están empezando, aunque al principio sean algo torpes por estar acostumbrados a las plataformas de alquiler, aprenden rápidamente sobre el intercambio de casas a través de sus experiencias con miembros más experimentados.
En su primer intercambio quizás no se les ocurra dejar un pequeño detalle de agradecimiento en la mesa, pero cuando vuelvan a casa, descubrirán el que dejaron sus huéspedes. Y así, en su próximo intercambio, ellos mismos pensarán en este pequeño gesto que calienta el corazón.
Y así, durante más de treinta años, los usuarios de HomeExchange han ido pasando la antorcha del placer de recibir en sus casas a personas que nunca son del todo desconocidas, y que a veces incluso se convierten en amigos.